martes, 17 de septiembre de 2019










universidad Autónoma De Campeche.


Facultad De Ciencias Quimico-Biologicas.


Lic. Biología.


Unidad de Aprendizaje: Biología General.


Blog. Origen de la Vida.


Docente: Popoca Cuaya Marco A.


Integrantes:

Ac Poot Luneysi Arleth.
Pech koh Santiago Jesùs.


3-Semestre.      Grupo: "A".











        1.  LOS PRIMEROS ANTECEDENTES.

Para los primeros recolectores de frutos, para los cazadores y los agricultores primitivos, era una experoiencoa comun observar como los animales podian engendrar descendencia semejente a los progenitores , o como de las semillas surgian nuevas plantas; pero tambien observaron que la vida parecia surgir constantemente, en forma repentina, a orillas de rios  y lagos, en los restos de plantas y animales. De estas observaciones surgio la idea de la generacion espontanea.

        


   1.  LA TEORÍA DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA.


Esta teoría defiende que algunos seres vivos podrían originarse a partir de materiales inertes, como el barro, el sudor, la carne en corrupción, etc. Esta hipótesis fue aceptada en el mundo científico durante siglos. Entre otros, fue sostenida por Aristóteles (384-322 a. C.). Se pensaba que del barro se generaban las anguilas; de la lluvia, las ranas; de la carne en putrefacción, los gusanos y las moscas; etc. Incluso se llegaron a proponer fórmulas para obtener seres vivos. Así, J. B. Helmont (1577-1644) afirmó que para conseguir ratones bastaba con envolver granos de trigo en una camisa sucia y sudada y esperar unos 21 días.





A. Leeuwenhoek (1632-1723), el inventor del microscopio, comunicó que había observado organismos microscópicos vivos en el agua de lluvia que había recogido en su tejado.


Esto llevó a que algunos científicos admitieran la posibilidad de que los microorganismos se originasen por generación espontánea.

Redi Francesco. Médico, naturalista, fisiólogo, y literato italiano. Franchesco Redi demostró que los insectos no nacen por generación espontánea. Realizó estudios sobre el veneno de las víboras, y escribió "Observaciones en torno a las víboras". En el siglo XVII, realizó un experimento en el que puso carne en unos recipientes. Unos se sellaban y los otros no, con lo que resultaban que en los recipientes sellados no "aparecían" moscas de la carne y en los abiertos sí. Su experimento de 1668 mostrando la ausencia de gusanos en un frasco cerrado donde se había dejado carne pudriéndose asestó un duro golpe a la teoría de la generación espontánea. En sus investigaciones usó ampliamente la disección y la observación con el microscopio.









En 1745, J. T. Needham (1713-1781) introdujo tejidos vegetales y animales en frascos herméticos y los calentó. Varios días después observó la aparición de microorganismos, lo que le llevó a defender la hipótesis de la generación espontánea de los microbios.

Años después, en 1769, L. Spallanzani (1729-1799) repitió el experimento y demostró que, si se impedía la entrada de aire en los frascos calentados, no aparecían microbios. El argumento en contra era que, debido a la falta de aire, no aparecían los microbios. Por tanto, la controversia entre defensores y detractores de la generación espontánea seguía abierta.


Otra posible solución fue sugerida por Arrhenius en 1908, quien propuso lo que él llamó la teoría de la panspermia.
La teoría de la panspermia es la hipótesis que afirma que las semillas de la vida aparecida en la Tierra no surgió aquí, sino en otros lugares del Universo, y que llego a nuestro planeta utilizando los meteoritos y los asteroides como forma de desplazarse de un planeta a otro.
Estas ideas tienen su origen en algunas de las consideraciones del filósofo griego Anaxágoras, pero el término fue acuñado por el biólogo alemán
Hermann Ritcher en 1865, usando el griego pan: todo y spermia: semillas. Panspermia se refiere a que la tierra estaría llena de semillas de todo tipo, esperando las condiciones necesarias para germinar.  Fue en 1908 cuando el químico sueco Svante August Arrhenius usó la palabra panspermia para explicar el comienzo de la vida en la Tierra.
De acuerdo con ello, la vida habría surgido en la Tierra a partir de una espora o una bacteria que llegó del espacio exterior, y que a su vez se habría desprendido de un planeta en el que hubiese vida. A la teoría de la panspermia, sin embargo, era fácil oponer dos argumentos: por una parte, las condiciones del medio interestelar son poco favorables para la supervivencia de cualquier forma de vida, incluyendo las esporas y, por otro lado, Arrhenius no solucionaba el problema del origen de la vida ya que no explicaba cómo se podría haber originado en ese otro planeta hipotético del cual se habría desprendido la espora o la bacteria.


En la actualidad, la teoría de panspermia tiene tres variantes a saber:
·         Panspermia Planetaria: Teoría que sugiere que la vida en la Tierra se originó en otro cuerpo del sistema solar, como Marte, y llego a nuestro planeta en el interior de un meteorito.

·         Panspermia Estelar: Teoría que sugiere que la vida en la Tierra se originó más allá del sistema solar, en las nebulosas o en otros sistemas planetarios y llego a nuestro planeta en el interior de cometas procedentes de esos distantes lugares del Universo.

·         Panspermia Dirigida: Teoría que sugiere que la vida en la Tierra se originó a causa de microorganismos enviados deliberadamente en el interior de cápsulas espaciales por civilizaciones extraterrestres con el objetivo de sembrar la vida por el Universo.

3.2 Darwin, Engels y el Evolucionismo.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el pensamiento científico había sufrido una transformación revolucionaria con la aparición de la obra de Charles Darwin, el origen de las especies. Si bien es cierto que muchos autores anteriores a Darwin se habían preocupado por el problema de la evolución de las especies, él fue el primero en proponer que las especies no son invariables, sino que, basado en su teoría de la selección natural, postulaba que cambiaban constantemente.
Ciertamente, aquí están plasmadas las ideas de Darwin acerca del origen de la vida; pero ni las hizo públicas, ni tampoco el desarrollo de la ciencia en sus días, en especial el de la química orgánica, había alcanzado un nivel que permitiese la comprobación experimental de esta posibilidad.
Federico Engels, por su parte, preparando su obra Dialéctica de la naturaleza, se preocupó también por el origen de la vida.
Engels señaló claramente que la vida en la Tierra no era el resultado de la intervención divina ni un accidente de la materia, sino que representaba un paso más en los procesos de evolución de la naturaleza, dentro de los cuales la materia puede alcanzar niveles de complejidad creciente, yendo de lo inorgánico a lo orgánico y de lo orgánico a lo biológico.

3.3 La Teoría de Oparin-Haldane.
La idea de Oparin y Haldane se basaba en que la atmósfera primitiva era muy diferente de la actual; entre otras cosas, la energía abundaba en el joven planeta. Propusieron entonces que la aparición de la vida fue precedida por un largo período de lo que denominaron "evolución química". Oparin experimentó sus hipótesis utilizando un modelo al que llamó "coacervados".
Los coacervados son sistemas coloidales constituidos por macromoléculas diversas que se habrían formado en ciertas condiciones en medio acuoso y habrían ido evolucionando hasta dar lugar a células con verdaderas membranas y otras características de los organismos vivos. Según Oparin, los seres vivos habrían modificado la atmósfera primitiva y esto es lo que habría impedido, a su vez, la posterior formación de nueva vida a partir de sustancias inorgánicas. Como expresara Oparin: "Así, por paradójico que ello pueda parecer, debemos admitir que la causa principal de la imposibilidad de la aparición de la vida en las condiciones naturales actuales reside en el hecho de que ya existe".

De acuerdo con esta teoría, en la Tierra primitiva existieron determinadas condiciones de temperatura, así como radiaciones del Sol que afectaron las sustancias que existían entonces en los mares primitivos. Dichas sustancias se combinaron dé tal manera que dieron origen a los seres vivos. La atmósfera primitiva carecía de oxígeno libre, pero había sustancias como el hidrógeno, metano y amoniaco.


Condiciones que permitieron la vida
La atmósfera primitiva contenía vapor de agua (H2O), metano (CH4), amoniaco (NH3), ácido cianhídrico (HCN) y otros compuestos, los cuales estaban sometidos al calor desprendido de los volcanes y a la radiación ultravioleta proveniente del Sol. Otra característica de esta atmósfera es que carecía de oxigeno libre necesario para la respiración.
Como en ese tiempo tampoco existía la capa formada por ozono, que se encuentra en las partes superiores de la atmósfera y que sirven para filtrar el paso de las radiaciones ultravioletas del Sol, estas podían llegar en forma directa a la superficie de la Tierra.
Los elementos que se encontraban en la atmósfera y los mares primitivos se combinaron para formar compuestos, como carbohidratos, proteínas y aminoácidos. Conforme se iban formando estas sustancias, se fueron acumulando en los mares, y al unirse constituyeron sistemas microscópicos esferoides delimitados por una membrana, que en su interior tenían agua y sustancias disueltas.
Oparin demostró, que en el interior de un coacervado ocurren reacciones químicas que dan lugar a la formación de sistemas y que cada vez adquieren mayor complejidad. Las propiedades y características de los coacervados hacen suponer que los primeros sistemas pre celulares se les parecían mucho.
Los sistemas pre celulares similares a los coacervados sostienen un intercambio de materia y energía en el medio que los rodea. Este tipo de funciones también las realizan las células actuales a través de las membranas celulares.




Esos sistemas o macromoléculas, a los que Oparin llamo PROTOBIONTES, estaban expuestos a las condiciones a veces adversas del medio, por lo que no todos permanecieron en la Tierra primitiva, pues las diferencias existentes entre cada sistema permitían que solo los más resistentes subsistieran, mientras aquellos que no lo lograban se disolvían en el mar primitivo, el cual ha sido también llamado SOPA PRIMITIVA.
Después, cuando los protobiontes  evolucionaron, dieron lugar a lo que Oparin llamo EUBIONTES, que ya eran células y, por lo tanto, tenían vida. Según la teoría de Oparin – Haldane, así surgieron los primeros seres vivos.

1.  LA EVOLUCIÓN QUÍMICA DEL UNIVERSO.
4.1 El Origen de los Elementos Químicos.
La teoría más aceptada, hoy en día, para explicar el origen del Universo es la del "Big Bang" o la Gran Explosión.

Ésta postula que hace diez mil o veinte mil millones de años, toda la materia y energía presente, incluyendo el espacio que ellas llenan, se concentró en un volumen muy pequeño y por tanto de una densidad e inestabilidad muy grande. Al ocurrir la inmensa explosión, todo comenzó a expandirse en un proceso que aún no ha cesado.

En el universo primitivo se formó hidrogeno y helio, a partir de las partículas elementales que existían o se formaban como producto de la explosión primigenia.

Se dice que el 95 % de la matrería viviente está constituida por hidrogeno, carbón, nitrógeno y oxígeno. De todos ellos, el hidrogeno es el más abundante, cabe señalar que cuando surgió la estructura del universo, únicamente existían cantidades pequeñas de deuterio de helio y litio, de manera que el resto de la materia era hidrógeno.

Sin embargo, el resto de los elementos no podían conformarse en tales condiciones, pues sus núcleos atómicos se disociarían a altas energías. A medida que ocurría la expansión del universo, las temperaturas fueron disminuyendo y con el tiempo, las estrellas se convirtieron en las fábricas naturales de los elementos.


Las supernovas y la Síntesis de Elementos Pesados.
¿Cómo se forman los elementos más pesados?
Los elementos más pesados se forman por captura de neutrones. En el interior de las estrellas muy evolucionadas se dan las condiciones físicas para que ocurran estas capturas. Los neutrones han sido producidos en muchas de las reacciones nucleares que han tenido lugar en la estrella y ahora pueden interaccionar con el hierro y con otros núcleos. Como los neutrones no tienen carga no encuentran ninguna barrera repulsiva para combinarse con núcleos cargados positivamente. Añadiendo neutrones a un núcleo el elemento no cambia, se forma un isótopo más masivo, eventualmente este isótopo se hace inestable y decae radiactivamente para formar un núcleo estable de otro elemento.
En la explosión de supernova, durante los primeros 15 minutos, el número de neutrones libres aumenta drásticamente, al romperse núcleos pesados por la violencia de la explosión. El flujo de neutrones es tan grande, durante la supernova, que los núcleos inestables pueden capturar muchos neutrones antes de poder desintegrarse. Así los procesos r son los responsables de la creación de los elementos más pesados conocidos. Como el tiempo necesario para sintetizar estos núcleos tan pesados es muy breve, nunca serán muy abundantes. Los elementos más pesados que el hierro son mil millones de veces menos abundantes que el hidrógeno y el helio.




Según otro punto de vista, en cambio, las moléculas orgánicas complejas, en lugar de ser el resultado de uniones a partir de moléculas más simples, serían la materia bioquímica producida por microorganismos vivos en las nubes interestelares.
Desde 1950, aproximadamente, los astrónomos saben que el hidrógeno y una mayoría del helio del Universo son primordiales, es decir, que estos elementos se formaron muy al principio después de la gran explosión. Todos los demás elementos son el resultado de la nucleosintesis estelar, se han formado, como acabamos de ver, por reacciones nucleares o captura de neutrones en las estrellas.

Las Moléculas Interestelares.
En los años 1930 los astrofísicos descubrieron que las nubes de gas y polvo interestelares están pobladas no sólo por átomos de elementos simples, sino también por moléculas. A partir de los años 1960, observaciones tanto ópticas como radioastronómicas permitieron la localización de moléculas interestelares complejas, tanto inorgánicas como orgánicas: agua amoniaco, formaldehidos, alcohol etílico.
Las especies moleculares diferentes determinadas hasta ahora son más de cincuenta se encuentran concentradas en algunas nubes que rodean estrellas en formación, como la famosa nebulosa de Orión. Su presencia indica una química interestelar relativamente compleja, de la cual hasta hace algunos decenios no se sospechaba su existencia.
Parece que los granos de polvo interestelar de apenas unas décimas de micra ofrecen a los átomos la posibilidad de unirse para dar vida a las moléculas complejas y, al mismo tiempo, constituyen una especie de escudo protector contra las radiaciones de todo tipo que, de lo contrario, romperían las cadenas moleculares recién formadas.










                                El Origen del Sistema Solar.

El Sol es una estrella que comenzó a formarse hace aproximadamente cuatro mil millones y medio de años como consecuencia del colapso de una nube molecular gigante constituida en su mayor parte por hidrógeno y helio. Las nubes moleculares están compuestas de gases, polvo y otros materiales, pero las gigantes tienen una altísima concentración de gas. Son frías y muy densas, y si alguna llega a ser tan masiva que la presión del gas es insuficiente para soportarlo, se produce un colapso gravitatorio, es decir, la caída hacia adentro del cuerpo por efecto de la gravedad. El gas y el polvo se vuelven más calientes, lo que puede dar lugar a una estrella.

La materia prima para formar nuestro sistema solar fue: el gas principalmente hidrógeno y helio y polvo, integrado por todos los demás elementos que hoy conocemos. A la mezcla de gas y polvo que dio origen a nuestro Sistema Solar Planetario se le conoce como nebulosa solar la que podemos considerar globalmente como una zona del espacio interestelar con mayor cantidad de materia que sus alrededores. Seguramente las primeras etapas de formación del Sistema Solar fueron inducidas al presentar ésta alguna zona de mayor concentración de materia en comparación con el resto de la nebulosa. Esto generó una fuerza de gravedad mayor en la región, lo que originó una atracción acrecentada de materia de sus alrededores cercanos.

Este proceso continuó en el tiempo, lo cual condujo a la formación de un núcleo de materia cada vez con más masa que llamaremos protosol (con el paso del tiempo daría origen a nuestro Sol).

De hecho, el resultado más frecuente es que se formen dos, tres o más núcleos, originando varios protosoles unidos gravitacionalmente que dan lugar a los llamados sistemas dobles, triples o, en general, múltiples que, eventualmente, llegarán a ser sistemas con dos o más soles (o estrellas) unidos gravitacionalmente. Así, se sabe que el 80% de todas las estrellas en nuestra galaxia son sistemas de estrellas dobles y múltiples.

Así, el protosol fue capturando casi la totalidad de la materia de la nebulosa solar inicial (aproximadamente el 99.86% de su masa), y la materia residual (tan poco como el 0.14% de la masa de la nebulosa) se acomodó a su alrededor constituyendo un disco plano de materia dispersa que por su velocidad de giro ya no podía caer hacia el protosol y quedó, simplemente, en órbita en torno a él, de la misma manera como la Luna está en órbita alrededor de la Tierra o la Tierra está en órbita alrededor del Sol. A este disco de materia dispersa que giraba en un plano en torno al protosol se le llama disco protoplanetario, porque a partir de él se formaron, más tarde, todos los planetas y cuerpos menores que acompañan al Sol



1.  LA SÍNTESIS PREBIOLÓGICA DE COMPUESTOS ORGÁNICOS.
Tal como ocurrió con los otros nueve planetas del Sistema Solar, la Tierra se formó a partir de porciones de gases y polvo que quedaron atrapadas alrededor del Sol. A medida que la materia se enfriaba, la Tierra adoptó su forma con el paso de millones de años. Los materiales más pesados se unieron formando un núcleo denso, la corteza y la atmosfera primitiva.
Las erupciones volcánicas derramaban lava incrementando el grosor de la corteza terrestre, el vapor de los volcanes se condensaba y caía en forma de lluvia. Con el enfriamiento de la tierra, se condensó tal cantidad de agua que se formaron los océanos.
Características de la Tierra Primitiva.
La Tierra luego de su formación, era una gran masa de roca fundida que registraba altas temperaturas y era bombardeada por meteoritos que aportaban más calor y creaban cráteres. Los metales pesados como níquel o hierro se depositaron en el núcleo, mientras que elementos livianos como aluminio, silicio y magnesio pasaron a formar parte de la superficie.
La atmosfera en esta etapa era hostil, formada por ácidos y gases nocivos. Los continentes en formación registraban una elevada actividad volcánica. En su origen no existían los océanos, pues las elevadas temperaturas evaporaban el agua. Fue con el enfriamiento de la Tierra que fue posible su formación.
Las lluvias acidas y las tormentas eléctricas eran muy comunes, mismas que, como veremos a continuación, contribuyeron a la formación de la vida.
La temperatura de la tierra primitiva rondaba los 1500 °C y la presión atmosférica era la mitad de la actual.
Es en la Tierra primitiva donde se dio origen a la vida. Hace algunos años se creía que la vida surgía por generación espontánea a partir de elementos no vivos.

5.1 El Experimento de Miller-Urey.

En los años 50, los bioquímicos Stanley Miller y Harold Urey llevaron a cabo un experimento que mostraba que varios componentes orgánicos se podían formar de forma espontánea si se simulaban las condiciones de la atmósfera temprana de la Tierra.

Diseñaron un tubo que contenía la mayoría de los gases, similares a los existentes en la atmósfera temprana de la Tierra, y una piscina de agua que imitaba al océano temprano. Los electrodos descargaron una corriente eléctrica dentro de la cámara llena de gas, simulando a un rayo. Dejaron que el experimento se sucediera durante una semana entera, y luego analizaron los contenidos en la piscina líquida. Se dieron cuenta de que varios aminoácidos orgánicos se habían formado de manera espontánea a partir de estos materiales inorgánicos simples. Estas moléculas se unieron en la piscina de agua y formaron coacervados.

Este experimento, junto a una considerable evidencia geológica, biológica y química, ayuda a sustentar la teoría de que la primera forma de vida se formó de manera espontánea mediante reacciones químicas. Sin embargo, todavía hay muchos científicos que no están convencidos. El astrofísico británico Fred Hoyle, compara la supuesta posibilidad de que la vida apareció sobre la Tierra como resultante de reacciones químicas con el "equivalente de que un tornado que pasa por un cementerio de autos logre construir a un Boeing 747 a partir de los materiales recopilados allí".

¿En qué consistió?

Para el año 1952, Stanley Miller y Harold Urey diseñaron un protocolo experimental para simular un ambiente primitivo en un ingenioso sistema de tubos de vidrio y electrodos construido por ellos mismos. El sistema estaba formado de un matraz con agua, análogo al océano primitivo. Conectado a ese matraz había otro con los componentes del supuesto ambiente prebiótico.

Miller y Urey usaron las siguientes proporciones para recrearlo: 200 mmHg de metano (CH4), 100 mmHg de hidrógeno (H2), 200 mmHg de amoníaco (NH3) y 200 ml de agua (H2O).

El sistema también contaba con un condensador, cuya labor era enfriar los gases como normalmente lo haría la lluvia. Igualmente, integraron dos electrodos capaces de producir altos voltajes, con el objetivo de crear moléculas altamente reactivas que propiciaran la formación de moléculas complejas.

Estas chispas buscaban simular los posibles rayos y relámpagos del ambiente prebiótico. El aparato terminaba en una parte en forma de “U” que evitaba que el vapor viajara en sentido inverso.

El experimento recibió descargas eléctricas por una semana, al mismo tiempo que el agua se calentaba. El proceso de calentamiento simulaba la energía solar.

Resultados

Los primeros días la mezcla del experimento era totalmente limpia. Con el transcurso de los días, la mezcla empezó a tomar un color rojizo. Al finalizar la experiencia este líquido tomó un color rojo intenso casi marrón y su viscosidad aumentó notablemente.

El experimento consiguió su objetivo principal y se generaron moléculas orgánicas complejas a partir de los componentes hipotéticos de la atmósfera primitiva (metano, amoníaco, hidrógeno y vapor de agua).

Los investigadores lograron identificar trazas de aminoácidos, como glicina, alanina, ácido aspártico y ácido amino-n-butírico, los cuales son los componentes principales de las proteínas.

El éxito de este experimento contribuyó a que otros investigadores siguieran explorando el origen de las moléculas orgánicas. Añadiendo modificaciones al protocolo de Miller y Urey, se lograron recrear los veinte aminoácidos conocidos.

De igual manera se dice que es paralelamente a la formación abiótica de los polímeros que ocurría en las arcillas y los de los charcos situados en las orillas de los mares primitivos, se daba un proceso de gran importancia cualitativa: formación de pequeños sistemas constituidos por gotitas de agua de tamaño microscópico en las que se encontraban disueltas grandes cantidades de estos mismos polímeros y de muchas sustancias orgánicas.
A partir de los cuales pudieron surgir los primeros sistemas vivos a través de millones de años. Estos sistemas se pueden estudiar con base modelos desarrollados en el laboratorio, tales como los coacervados, las microesférulas proteicas y los sulfitos.
También se pudieron generar nucleótidos, que son los bloques fundamentales del material genético: ADN (ácido desoxirribonucleico) y ARN (ácido ribonucleico).

5.2 Las Reacciones de Condensación.
Una reacción de condensación, es aquella en la que dos moléculas, o una si tiene lugar la reacción de forma intermolecular, se combinan para dar un único producto acompañado de la formación de una molécula de agua (en general una molécula pequeña). Las reacciones de condensación siguen un mecanismo de adición-eliminación Es una reacción orgánica en la que dos moléculas se combinan para dar un único producto acompañado de la formación de una molécula de agua H2O.

                  1.  LOS SISTEMAS PRECELULARES.
                 6.1 La Formación de Sistemas Polimoleculares.









    6.2 Los Coacervados.

Los coacervados son grupos organizados de proteínas, carbohidratos y otros materiales en una solución. El termino coacervado proviene del latín coacervare y significa “racimo”. Estas agrupaciones moleculares poseen algunas propiedades propias de las células; por esto, el científico ruso Aleksander Oparin sugirió que los coacervados dieron origen a estas.

Oparin propuso que en los mares primitivos probablemente existieron las condiciones apropiadas para la formación de estas estructuras, a partir de la agrupación de moléculas orgánicas sueltas. Es decir, básicamente los coacervados son considerados un modelo pre celular.
Estos coacervados tendrían la capacidad de absorber otras moléculas, crecer y desarrollar estructuras interiores más complejas, similares a las células. Posteriormente, el experimento de los científicos Miller y Urey permitió recrear las condiciones de la Tierra primitiva y la formación de los coacervados.
Características.
·         Se generan por agrupación de distintas moléculas (enjambre molecular).
·         Son sistemas macromoleculares organizados.
·         Tienen la capacidad de auto-separarse de la solución donde se encuentran, formando así gotas aisladas.
·         Pueden absorber compuestos orgánicos en su interior.
·         Pueden aumentar su peso y su volumen.
·         Son capaces de incrementar su complejidad interna.
·         Poseen una capa aislante y pueden auto-conservarse.
El trabajo de los coacervados de Oparin confirmó que las enzimas, esenciales para las reacciones bioquímicas del metabolismo, funcionaban más cuando estaban contenidas dentro de las esferas unidas a la membrana que cuando estaban libres en soluciones acuosas.
Haldane, que no estaba familiarizado con los coacervados de Oparin, creía que las moléculas orgánicas simples se formaban primero y que, en presencia de luz ultravioleta, se volvían cada vez más complejas, dando lugar a las primeras células.
Las ideas de Haldane y Oparin formaron la base de gran parte de la investigación sobre la abiogénesis, el origen de la vida a partir de sustancias carentes de vida, que tuvo lugar en las últimas décadas.
Teoría de los coacervados.
La teoría de los coacervados es una teoría expresada por bioquímico Aleksander Oparin y que sugiere que el origen de la vida estuvo precedido por la formación de unidades coloidales mixtas llamadas coacervados.
Los coacervados se forman cuando se agregan varias combinaciones de proteínas y carbohidratos al agua. Las proteínas forman una capa límite de agua a su alrededor que está claramente separada del agua en la que están suspendidas.
Estos coacervados fueron estudiados por Oparin, quien descubrió que, bajo ciertas condiciones, los coacervados pueden estabilizarse en agua durante semanas si se les administra un metabolismo, o un sistema para producir energía.
Enzimas y glucosa
Para lograr esto, Oparin agregó enzimas y glucosa (azúcar) al agua. El coacervado absorbió las enzimas y la glucosa, luego las enzimas hicieron que el coacervado combinara la glucosa con otros carbohidratos en el coacervado.
Esto causó que el coacervado aumentara de tamaño. Los productos de desecho de la reacción de la glucosa fueron expulsados del coacervado.
Una vez que el coacervado se hizo lo suficientemente grande, comenzó a romperse espontáneamente en coacervados más pequeños. Si las estructuras derivadas del coacervado recibieran las enzimas o fuesen capaces de crear sus propias enzimas, podrían continuar creciendo y desarrollándose.
Posteriormente, el trabajo subsecuente de los bioquímicos estadounidenses Stanley Miller y Harold Urey demostró que tales materiales orgánicos se pueden formar a partir de sustancias inorgánicas bajo condiciones que simulaban de la Tierra primitiva.
Con su importante experimento lograron demostrar la síntesis de aminoácidos (los elementos fundamentales de las proteínas), pasando una chispa a través de una mezcla de gases simples en un sistema cerrado.

Las Microesférulas Proteicas.
Sindey W. Fox, desde el principio mostro interés por los experimentos de Miller, pero este en cambio, se centró en el comportamiento de aminoácidos ante situaciones que podrían considerarse calientes.
Por lo que él ha llamado microesférulas proteicas, son pequeñas gotitas que se forman en soluciones concentradas de proteinoides, y cuyas dimensiones son comparables a las de una célula típica.
Estas pequeñas esferas, que suelen ser muy resistentes, se formal fácilmente a partir de aminoácidos que se polimerizan por acción del calor. Estas presentan gran similitud morfológica y aun dinámica con las células; frecuentemente se pueden unir en largas cadenas semejantes a las que forman algunas bacterias
Al absorber selectivamente proteinoides disueltos en un medio acuoso, pueden aumentar de tamaño y formar yemas, semejantes a las que se observan en las levaduras, que se separan y forman unidades aliadas.
Sus membranas pueden estar formadas por una sola capa, aunque al aumentar el PH del medio externo suele formar una capa doble.
Así mismo pueden acelerar reacciones químicas cuando se forman a partir de proteinoides que poseen actividad catalítica, ya las que se forman a partir de proteinoides con zinc en una solución que contenga ATP.
Presentan fenómenos osmóticos: disminuyen su tamaño en soluciones hipertónicas y se hinchan en soluciones hipotónicas. Poseen una membrana semipermeable.

Sulfobios y Colpoides.
A principios de la década que se inició en 1930, un científico mexicano, don Alfonso L. Herrera, preocupado también por el problema del origen de la vida, empezó a experimentar con una serie de estructuras minúsculas, con apariencia de microorganismos, que formaba a partir de la mezcla de diferentes proporciones de sustancias tales como aceite, gasolina y diversas resinas. De esta forma, logró obtener una gran variedad de estructuras, algunas de las cuales, enviadas a diferentes microbiólogos, fueron identificadas como diversas especies de microorganismos. Herrera, un materialista convencido para quien el origen de la vida era una cuestión que podían resolver los científicos, estructuró 10que él llamó la teoría de la plasmogenia, con la cual pretendía explicar la aparición de los primeros organismos.
A pesar de que los experimentos de Herrera no lograron la reproducción de los sulfobios ni proporcionaban criterios en torno al origen de las enzimas y el metabolismo, estas cuestiones estaban aún tan poco definidas en su tiempo, que difícilmente hubiera podido ni siquiera planteadas. Por otra parte, aun cuando es poco probable que los sulfobios y los colpoides, otros modelos pre celulares sugeridos por Herrera, representen efectivamente estructuras que hayan antecedido a las primeras células, ciertamente son un ejemplo de un nivel de organización de la materia a partir de grados más sencillos, y en este sentido son de interés histórico. Así, las contribuciones de Herrera adquieren importancia filosófica y metodológica, al atacar el problema del origen de la vida desde un punto de vista estrictamente materialista y también por haber sido el primer investigador contemporáneo que utilizó sustancias que no eran de origen biológico y cuya importancia pre biológica no ha sido comprendida sino hasta muy recientemente.

La teoría de la Plasmogenia.
La Plasmogenia es una teoría para explicar el origen de la vida propuesta por Alfonso L. Herrera. Esta palabra se compone de dos voces griegas: plasma, forma modelada o protoplasma, y genea, generación.
De acuerdo con el ilustre científico mexicano la Plasmogenia es una ciencia experimental que tiene por objeto estudiar el origen del protoplasma, así como la Cosmogonía, por ejemplo, investiga el origen del Universo, y la Patogenia, el origen de las enfermedades.
Y continúa explicando: “En realidad, todo vive, la Naturaleza es única; todo se mueve, exterior o interiormente, a partir de una sustancia o plasma primitivo.
El espacio está lleno de una especie de niebla eléctrica que se había llamado éter, y como la Plasmogenia todo lo considera en sus meditaciones y pruebas, podemos generalizar la definición anterior diciendo que la Plasmogenia es la ciencia del protoplasma universal y su origen.”
Herrera realizó diversos modelos para su teoría, como los sulfobios a partir de tiocianato de amonio y formaldehído; o los colpoides con aceite de oliva, gasolina, hidróxido de sodio y hematoxilina.












El Origen de las Membranas.

Uno de los principales eventos en el origen de las células fue el desarrollo de una envuelta que aislara un medio interno y otro externo. Esto tiene muchas ventajas:

a) Permite tener todos los componentes necesarios próximos para las reacciones metabólicas y se hace más eficiente el proceso de replicación.

b) Se evita que variantes ventajosas de moléculas orgánicas sean aprovechadas por grupos competidores, es decir, egoísmo evolutivo.

c) Se gana una cierta independencia respecto a las alteraciones del medio externo favoreciendo la homeostasis interna.

Las membranas lipídicas se producen fácilmente de forma espontánea a partir de ácidos grasos anfipáticos, es decir, moléculas que tienen una parte cargada eléctricamente y otra que es hidrófoba.

Los lípidos iniciales es probable que no fueran similares a los actuales, puesto que los actuales se sintetizan por un proceso metabólico complejo. Cualquiera que fueran los primeros lípidos, estas moléculas se organizaron en las soluciones acuosas formando películas finas similares a las membranas actuales.

Las dos cadenas de ácidos grados que tienen los lípidos de membrana actuales, y que probablemente tendrían aquellos que formaron las primeras membranas, permiten que se auto ensamblen en capas cuando están a una concentración de micro molar. Si tuvieran una sola cadena tendrían que estar en rangos de mili molar para formar membranas. Una longitud de cadena entre 14 y 10 carbonos en el ácido graso es la idónea para una mayor estabilidad. Adaptar la fluidez a una temperatura actual lo facilita los dobles enlaces y la presencia de colesterol.

Los tipos de lípidos y condiciones en los que se organizaron para formar las primeras membranas se desconocen, pero las membranas de los todos organismos vivos poseen los lípidos anfipáticas: glicerofosfolípidos y esfingolípidos.

Hay dos posibilidades para a la asociación entre moléculas como nucleótidos y aminoácidos y las membranas.

a) Podemos especular que estas membranas iniciales formaron pequeñas bolsas o vesículas que englobaron poblaciones de moléculas. En otro momento, debido al crecimiento de su contenido interno, estas bolsas debieron adquirir la capacidad de estrangularse y dar dos unidades hijas con características semejantes a la parental.

Las poblaciones de moléculas que englobaban deberían tener la capacidad incrementar su número. Este incremento se produciría por reacciones moleculares internas gracias a que las membranas serían permeables a moléculas pequeñas, pero no a los polímeros, creados internamente, a los cuales no les sería fácil escapar.

b) Otra posibilidad es que hubo una asociación inicial de moléculas orgánicas simples con membranas de lípidos. Se ha comprobado que Las membranas favorecen la concentración y la producción de reacciones entre las moléculas que se asocian a ellas. Además, las reacciones químicas en 2D son más eficientes que en solución o 3D. Este sistema de polímeros (oligopéptidos y oligonucleótidos) y membranas fue ganando en complejidad y dependencia hasta que algunos polímeros atravesaron la propia membrana y quedaron en su interior.

El proceso de crecimiento y estrangulamiento de las vesículas con los polímeros sucedería de forma controlada posteriormente. Si esto fue así, cambiaría el orden de los acontecimientos puesto que las membranas serían los verdaderos protagonistas para la formación de las primeras proto células.
La posibilidad de que las membranas pudieran ser en realidad el elemento que disparara la atracción de moléculas y la reacción entre ellas para formar estructuras moleculares más complejos abre posibilidades sorprendentes. Los lípidos son más fáciles de sintetizar y son más estables que otras moléculas por lo que pudieron estar presentes desde el principio. Curiosamente, las membranas son mucho más estables en aguas dulces que en aguas saladas, por lo que surge la posibilidad de que, en estos supuestos, de que las primeras células aparecieran en aguas dulces, en vez de en el mar.



























































































































































































































































































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